La muletilla, también conocida como coletilla, latiguillo, bordón, bordoncillo, ripio, no está dirigida específicamente al oyente, ya que al no tener contenido informativo directo, el oyente sólo percibe que el interlocutor no tiene claro lo que quiere decir y que necesita apoyarse en frases o palabras sin sentido para poder continuar hablando, es por eso que una muletilla representa un tic verbal en la conversación.
Cómo identificar una muletilla
Suelen ser expresiones innecesarias, comodines o palabras abstractas y breves, generalmente pronombres o jergas, que se utilizan sin cumplir una función primordial en una determinada oración.Ejemplos en el idioma español
- En Argentina:
- che
- viste
- boludo
- digamos
- claro (suele significar que algo ha sido entendido, sobre todo en un diálogo, aunque algunas personas usan esta expresión como muletilla absoluta, es decir como respuesta desganada y sin mayor sentido que lo fático ante un alocutor).
- "este..." (palabra que se suele interponer como señalando una pausa)
- bueno, bue (a veces transcripto: bueh, bua!, buo!, bo; puede ser una interjección de satisfacción, una respuesta de acuerdo o una expresión de algo entendido; por contrapartida puede usarse como expresión de resignada insastifacción)
- copado/a (adjetivo lunfardo que significa actualmente a alguien o algo grato/a o simpático/a, también "copado/a" es quien está entusiasmado con algo o alguien)
- okey
- re ... (más en cuanto adjetivo calificativo, hiperlativo)
- ¿me explico?
- a full (también : con todo)
- o sea (entonces)
- obvio
- dale
- así que ...
- y nada (esta muletilla suele usarse antes de iniciar una oración o una frase en el lenguaje hablado = "y nada...que...")
- entonces (es la traducción del allora italiano, cuando se usa como nexo entre una frase y otra o cuando tiene un sentido reflexivo semejante a una pregunta)
- "¿está?" o, "¿sí?" (pregunta retórica, suele usarse para recibir una respuesta afirmativa ante una pregunta o ante una explicación, en muchos casos se puede "traducir" por "¿has entendido?" en otros por "¿estamos de acuerdo?")
- ¡ma sí! (¡pero sí!, expresión de fastidio por la cual se le da la razón a quien molesta o con la cual se "corta" -interrumpe- con algo molesto o desagradable o fatigante)
- ¡qué lo parió! (abreviación de la frase "¡la puta que lo parió!", aparte de surgir de un insulto es una muletilla que, como "caray" o "caracho" o "¡la pucha!", suele usarse en momentos de asombro o de fastidio o en momentos de cesuras o hiatos discursivos como para "rellenar" la falta de palabras -la muletilla "¡qué lo parió!" era muy usada por Roberto Fontanarrosa al ponerla en boca del perro Mendieta de la historieta Inodoro Pereyra-).
- ¡bárbaro! (es practicamente una especie de oximoron ya que coloquialmente en Argentina suele significar una expresión de complacencia o de elogio).
- ¿me entendés?
- ¿se entiende?
- ni ahí
- ¡te lo juro por Dios!
- ¡Por lo que más quieras!
- culiado (Córdoba)
- nero/a (también en Córdoba, puede significar un tratamiento de confianza mutua o puede practicamente equivaler a quidam)
- papilo (Tucumán)
- chamigo ( - = mi-amigo- Corrientes)
- "tipo que..." (muletilla que substituye a las expresiones "como que" o "por que"; en muchas ocasiones es un "retintín" o muletilla que solo busca dar un aspecto más interesante a una frase.)
- ¡ya está! o ¡está! (respuesta afirmativa o expresión conclusiva: ya se entendió todo, ya se concluyó todo, a veces abreviada con el monosílabo ¡ta! o, para dar más énfasis iterando "¡ta-ta-ta!").
Las muletillas son palabras o frases que se repiten mucho por hábito. Hasta se suelen decir como acto reflejo, es decir, no nos damos cuenta de que las decimos. Es un recurso automático en el cual nos “apoyamos” cuando no estamos 100% seguros de lo que decimos, para cubrir el silencio incómodo cuando estamos pensando la siguiente idea de nuestro discurso o para superar los obstáculos lingüísticos que nos impone el idioma.
El uso de este tipo de vicio se ve potenciado por la falta de un vocabulario amplio y variado, la destreza comunicativa o los nervios de la persona.
Hay una amplia variedad de muletillas. A continuación, incluyo las más frecuentes.
… ¿entiendes?
… ¿me explico?
… ¿verdad?
… ¿sí?
… ¿no?
… ¿cierto?

Una muy buena pregunta es: ¿cómo eliminamos las muletillas de nuestro vocabulario? Existen ciertas maneras que nos pueden ayudar a erradicar esta “molestia lingüística”. Por ejemplo, intenta reducir la velocidad de tu discurso y realiza pausas conscientes entre las frases. Al principio, lo sentirás como algo forzado, pero con el pasar del tiempo, te saldrá con naturalidad. Otro método que puedes implementar es grabar tu voz, al menos cuando tienes que realizar una presentación en público. Después de esto, repasa la grabación e intenta detectar las muletillas repetitivas que dices. Una vez que las ubiques, debes ser inflexible con ellas. Esfuérzate cada vez que hables en público para evitarlas. Debes practicar mucho, enfrente al espejo, con un colega, amigos o familiares. Con la práctica, se logra la perfección. Sólo así desaparecerán.
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